Páginas

miércoles, 11 de abril de 2012

El despertar del caballero arrepentido

He vivido muchos años, mil batallas destruyen mi cuerpo, mil batallas me pierden, mil batallas me hicieron ganar, mil batallas me dieron poder. ¿pero qué hay de la protección de tu corazón? 
Es lo único que no he logrado, no te he merecido, no he sabido llegar a él, solo me he centrado en mi objetivo, en seguir mi camino a través de incontables enfrentamientos haciendo daño a los demás,  quitando vidas, derramando la mía.
¿Y eso a qué me ha llevado? solo me ha traído infelicidad.
Pensaba que era valiente pero no es así, todos mis actos los he realizado con cobardía, con egoísmo, sin pensar realmente en los sentimientos de los demás, aunque creía que si lo hacía.
Tengo cientos de cicatrices físicas, una por cada esquina de mi cuerpo, son tantas que son difíciles de contar, son tantas que lo han deformado, son tantas que no soy capaz de reconocerme.
Pero esas cicatrices no me recuerdan el dolor, no me dicen nada, comparadas con las cicatrices de mi corazón y de tu corazón. 
Esas huellas imborrables de dolor agudo, intenso, eterno e inapagable, me marcan cada día, cada segundo de la vida.
He sido egoísta, desaprovechando tu cariño, y centrándome en el poder, en intentar ser más que excelente, en buscar ser perfecto.
He perdido el calor que me dabas, los apelativos tan llenos de ternura que me regalabas, esas caricias tan llenas de cariño que me mostrabas, tus dulces besos, tu sonrisa iluminada para siempre. 
Siempre fuiste fiel, leal, demasiado afable, mucho amor me dabas y me apoyabas en todo momento, solo vivías por mí y para mí, algo que me encantaba, pero no lo hacías por tí, ¿por qué lo permitiste? ¿por qué arriesgabas tu vida y tu felicidad por mí?
En cada batalla librada tu sufrías, tu corazón se rompía de preocupación, y cuando regresaba, tus ojos borrosos siempre estaban llenos de lágrimas por verme llegar.
Me curabas las heridas y siempre esperabas en vela a que volviera.
Maldita sea mi obsesión por el poder, ¿cómo no pude darme cuenta antes de lo que tenía?
Buscar tesoros, significaba emoción e ilusiones, pero nunca me di cuenta de que el mayor tesoro lo tenía delante de mí, siempre que te miraba y me reflejaba en tus ojos, porque ese gran tesoro escondido, no visible ante mi gran venda, eras tú.
Nunca perdí tu amor, no entiendo porque, pero sí cada vez se alejaba más de mí tu corazón, algo de lo que no me daba cuenta, poco a poco, de los disgustos que te daba, tu alma se marchitaba, de esas noches  gélidas que pasabas despierta frente a la ventana, mirando incansable por si llegaba, sin arroparte con nada, caíste enferma.
Cuando empecé a notar que te perdía, me daba cuenta de todo lo que había olvidado, de toda mi ceguera, así que poco a poco, mi visión fue cambiando, intenté arreglarlo, pero era tarde.
Es en esos momentos que pasaba contigo cogiéndote de la mano y acariciando suavemente tu fino cabello, cuando la frase de regresar en el tiempo, me venía a la mente una y otra vez, para intentar cambiar, para intentar compensar todo.
Quería desde entonces intentar poner en el vocabulario de mi mente las palabras aprovechar, disfrutar, vivir, sentir, amar, ofrecer, felicidad, alegría, cariño, ternura, amor y sobre todo quitar las palabras poder, destrucción, desperdiciar, infelicidad, egoísmo, palabras actuales que llevo cargando desde hace mucho tiempo, más que eso, durante toda mi vida.
Imposible recuperar el tiempo pasado, y menos modificarlo, si los recuerdos son buenos o malos, agradables o amargos, permanecen ahí, es algo con lo que tendré que convivir todo el tiempo que me quede en esta tierra llena de soledad.
Hoy te vengo a visitar con los ojos borrosos, y el corazón en mi mano, y dejo mi espada, mi yelmo, mi escudo, mis grebas, mi armadura, toda la defensa que tengo como caballero, me despojo de ello de forma tardía, y con la lluvia cayendo sobre las flores que te traigo, se ahogan y yo me hundo ante este mar de amargura.
Lo único que puedo hacer a partir de ahora es mirar con resignación la espera del fin de mis días, en soledad, en silencio, sin buscar ni pretender nada nuevo, solo reunirme otra vez contigo es mi mayor deseo.



11-4-2012 By NoeBranford






4 comentarios:

  1. No sé bien que puedo contestar ante esta denotación de tristeza, esta semana no esta siendo ni muy buena ni muy mala para mi. Últimamente el cielo lo veo gris y me alegro por pocas cosas poniendome la mascara feliz que todo el mundo espera que tenga, pero ya estoy cansado, cuando por fin consigo algo, otro algo me lo jode o me trastoca, se que vivir nunca nadie dijo que fuera fácil, pero tan difícil tampoco, tan solo puedo añadir mi hombro y oreja cuando la necesites, porque estamos todos en esta cuestaariba. Así que sin más un abrazo y hasta pronto

    ResponderEliminar
  2. No hace falta que digas nada, la tristeza por desgracia forma parte de la vida, y bueno en momentos más bajos uno se siente así, y una manera de plasmar su desahogo es escribiendo, llorando o como lo afronte cada uno.
    Sé tú mismo siempre, no te pongas una máscara de felicidad sino lo sientes así, sería engañarte. Expresa como te sientes y no pienses en lo que la gente espera que tengas, no somos de acero, sino de carne y hueso, y eso se puede dañar.
    Solo darte siempre mis ánimos eternos para todo, y ofrecerte mi humilde ayuda. La vida no es fácil, pero tampoco es tan difícil como piensas, tenemos muchos caminos, con muros visibles, con puertas abiertas que a veces vemos invisibles, la cuestión es elegir alguno dependiendo de las posibilidades o guiarnos por lo que nos dicte nuestra razón. Puede que algunas puertas se cierren automáticamente, pero seguro que otras de nuevo se pueden abrir, sino son las mismas serán otras nuevas.

    Un abrazo muy fuerte y sigue siendo como eres, gracias por hacer todo lo que haces, por ser tan buena persona.

    Cuídate mucho

    ResponderEliminar
  3. Hola Noe.

    Un estupendo relato en el que nos hablas, de modo triste, del amor perdido. Creo que ese tipo de sentimientos no se pueden plasmar nada más que desde la tristeza y la melancolía.

    Me ha encantado, la verdad.

    Me gusta cuando comienza hablando el caballero de todo lo que ha conseguido como guerrero y, a la vez, del corazón que dejó desprotegido. Es un comienzo que presagia que la cosa no va a terminar bien.

    Además encierra una moraleja de vida que considero maravillosa: proteger el amor, nuestro amor, por encima de todo. El de la pareja, de los hijos o de los padres.

    Bueno, Noe, me voy muy contenta por haberte descubierto esta vena cuentista que tienes. Y es que eres muy buena, ¡felicidades!


    Ahora una pequeña observación: quizá hay palabras muy sonoras que se repiten (mi opinión es que cuando escribas tengas a mano un diccionario de sinónimos; yo lo hago) y para darte cuenta debes leer los cuentos en voz alta. Así tú misma te corregirás las repeticiones.

    Besazos, tesoro, y gracias por invitarme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ohh Towanda que mensaje tan largo y encantador, mucho más aun que una de mis pequehistorias.
      Muchas gracias por tus palabras de verdad me animan mucho y más viniendo de ti, de una linda persona y escritora.
      Lo escribí en un momento medio amargo, y tu has sacado más de él que yo misma, lo escribí sin pensar, mejor dicho sin reflexionar solo con lo que me venía en aquel momento y así se quedó.
      Tomo nota de lo que me dices muy buen consejo siempre que escribo es por lo que siento y las palabras se me agolpan, no tiendo a pensar en si repito mucho la verdad, pero me alegra que hayas venido a decírmelo, lo tendré muy en cuenta gracias gracias a ti por venir si no me lo dices no me daría cuenta de ello.
      Gracias por darme un consejo para mejorar y crecer, muchas gracias de verdad tu si que eres un tesoro.
      Mil besos y abrazos. :)

      Eliminar