Pum, pum, pum, pum, pum, pum, así de real es como sonaban a cada segundo los latidos de su corazón.
Desde que nació y a la vez creció ese hecho le fascinó, intentando atrapar en cada canción el sonido del amor, pero a su vez en alguna ocasión de menos valor, llena de total frialdad deseó apagar la razón del miedo y el dolor.
No fue fácil porque no era cuestión de ver sino de sentir, y entender que a pesar del lugar en el que se encuentre ese sonido y en la coraza bajo la cual se esconde siempre es el mismo.
A veces cuando corre con una venda apagando su centro de visión, el sonido aumenta con gran aceleración y con la maravillosa sensación de poseer un pequeño trozo del mundo en su interior y en otras ocasiones cuando aumenta los decibelios la venda se cae y siente que el mundo se hunde ante él.
Siempre pensó que es así y concluyó que según el momento, y quien esté detrás del mismo se provoca ese variación de sentimientos, sabe sentir el peligro y distinguirlo y alejarlo hacia la salvación, aunque casi siempre gana la batalla a la razón, y ese es el poder de la convicción del corazón.
29-10-2012 by @NoeBranford
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La convicción del corazón como la veo y siento |
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