Cuando la noche cae en ti, solo sintiendo soledad, mientras te cuesta dormir al tiempo que la luna intenta alumbrar el poco valor que sientes vibrar dentro de tu cuerpo, a veces no te sientes bien, y crees que las estrellas se han vuelto en tu contra, mientras desaparecen y esconden tras tu mirada triste de silencio, y piensas a su vez que las nubes fuerzan que te abandonen, queriendo que apaguen los miedos de tu corazón.
Ante ese hecho intentas dormir, cierras los ojos sin llorar, mientras la luna sigue siendo tu luz esa noche, pero la expresión de tu rostro sigue igual, incluso puede verse reflejada en el cielo, donde las nubes y estrellas sienten esa preocupación, tu miedo simplemente les infunda miedo, por eso solamente su omisión.
El tiempo pasa sin provocar ningún ruido que soportar, la luna deja paso al sol, el dios del fuego te espera junto al inmenso color azul del firmamento, brillando intensamente para avivar tu interior con sus rayos dorados que entran suaves a través de tu ventana, indicando que el comienzo de otro día puede ser mejor.
Esos brillos que respiras te dan fuerzas para levantarte y andar, dejas que el viento sea tu brújula, siguiendo el silbido de unas hojas que pasean junto a ti, y esas hojas se convierten en tus amigas, susurrando que detrás de una colina se encierra un lugar especial, decides por tanto seguirlas, mientras te encuentras con la melancolía al ver que aquel lugar ya lo conocías.
Desde la colina puedes observar como se mueven las olas del mar, ves un camino por el cual decides bajar y mientras desciendes te descalzas para sentir la arena junto a ti, hasta que llegas a la orilla, te tumbas y te dejas solamente llevar por la serenidad.
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Santiago de la Ribera. Crédito de la imagen Luis Costa G. |
Ay Noe, que me ha encantado!!!!!! Qué preciosidad de relato! Un beso y buen finde
ResponderEliminarMuchas gracias preciosa, eres muy linda. =), ese ay que te ha encantado y que te parezca precioso a mi también me encanta leerlo jeje.
EliminarGracias por leerlo me costó, ultimamente escribir se convierte en una odisea, se me hace más difícil, pero finalmente lo mejor una vez realizado, es leer palabras como las tuyas, es la mayor recompensa inesperada.
Biquiñossss y feliz finde. =)