El estancamiento por miedo

Tengo ganas de escribir, pero no sé bien que expresar y cómo expresarme en estos momentos, aunque a medida que vaya haciéndolo, seguro que las palabras van saliendo.

Demasiados conceptos en la mente, demasiadas palabras cruzadas, demasiadas intenciones olvidadas, demasiados sueños, principios de hechos, posibles, improbables e imposibles.

Muchas palabras que compartir, mucho qué decir, mucho que leer, con ánimo, con ilusión, pero con cierto temor, a no crear lo que realmente quiero.

Ese cierto miedo, es lo que me ata a ratos y a la vez desata, es lo que hace que me estanque, y no avance, solo necesito un impulso para quitármelo de encima, para que me deje concentrarme y activar aún más mi mente.

No pienso dejar que me invada, y menos que entre más en mí, y viene por el acercamiento de la fecha clave, por mis reflexiones demasiado teóricas, por mis ideas al principio demasiado claras, viendo la luz del camino y la sencillez, demasiado entusiastas, pero sin tener en cuenta, sin analizar profundamente en ellas, en que no es tan fácil, y hay cosas complejas que requieren tiempo, tiempo que tengo, pero que se agota.

El tiempo en parte me ha hecho retroceder a antes del principio, pero a avanzar en ciertos sentidos también, pero relacionado con otro oficio.

Simplemente esta sensación en ocasiones, no la veo como algo muy malo, ni amargo, sino como una alarma necesaria, donde te das cuenta de las dudas, y de las limitaciones de lo que tengas que realizar, para pensar bien en las posibles soluciones.

Esto es mi compromiso conmigo misma, el primero que tengo que cumplir, el más fácil de todos debería ser, pero es el más difícil, el que más cuesta, el que más desgasta, quizás la razón más obvia es porque siempre con nosotros mismos somos con quienes más dureza mostramos.

Los demás compromisos con el resto de la gente, casi parecen más fáciles, porque a veces los ves como mayor prioridad, porque sabes lo que puede ocurrir al no cumplirlos, y el primer precio que pagas al no hacerlo es contigo mismo.

En definitiva, esta reflexión la veo necesaria, por desahogo, o simplemente como recordatorio de mi deber como estudiante y persona, de mi capacidad de dar respuesta, y de mejorarla con el tiempo.

Por último decir, no somos NPC de videojuegos (Non player Character = personaje no jugador) controlados por el director del juego, no estamos programados para desempeñar cualquier papel en el mundo real como sucede en el mundo ficticio de un videojuego, con acciones determinadas que realizar en cada momento y con diálogos preparados.

Sea Shell

No hay que olvidar que sabemos nadar y flotar perfectamente en este mar de tierra, aunque a veces nos agitemos y olvidemos hasta caminar derechos, nos caigamos y hundamos, pero siempre podemos salir fuera y respirar el oxígeno que necesitemos, y si no sabemos mantenernos, siempre podremos aprenderlo.

Somos personas reales con emociones y sentimientos y nos podemos sentir así en cualquier momento, siempre dependerá de la situación en la cuál nos encontremos, aunque tenemos enfrente puertas terrenales que podemos abrir sin necesidad de poseer en nuestra mano una llave.

- Enlace a la imagen "Sea Shell":
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- Enlace a la imagen de la montaña:
http://www.freephotosbank.com/photographers/photos1/15/med_bb55s8157.jpg